Alumnas del colegio Jesús María de Buenos Aires y de Córdoba, junto a religiosas y docentes, participaron de la Jornada Mundial de la Juventud en Polonia.
Ha sido una oportunidad muy enriquecedora para todas. Hemos vivido la calidez y cercanía de la hospitalidad de los polacos que nos han recibido, acompañado y guiado. Hemos aprendido de ellos, de su cultura, de su historia, y de su fuerza para levantarse y seguir caminando a pesar de las adversidades. Palpamos la riqueza de una Iglesia diversa en colores, banderas, idiomas, que vibra, a través de cantos, música, oraciones, bailes, por la comunión de lo que nos une: la fe en Jesús.
También hemos estado en nuestra casa de Roma donde seguimos experimentando ese sentir de comunión de la jornada en Cracovia. Comunión con nuestras hermanas, con nuestra familia de Jesús María. Sin conocernos siquiera, nos sentimos unidas por la gracia de este carisma que nos hermana y nos hace exclamar juntas ¡Qué bueno es Dios!.
Sofía Padilla RJM
La JMJ fue una experiencia nueva, única e inexplicable. Fue increíble darse cuenta de la cantidad de gente que comparte la misma fe que nosotras. Fueron 5 días en los que desaparecieron los prejuicios, y se dio un espacio para la unión entre personas de todas partes del mundo. En lo personal, las palabras del Papa Francisco me mostraron que los jóvenes somos el futuro de este mundo y que si queremos cambiar ese futuro, tenemos que levantarnos del sofá y ponernos las zapatillas. Estoy muy agradecida de haber podido vivir esta experiencia!
Agustina Lernoud, Colegio JM de Buenos Aires
Estoy más que agradecida por la oportunidad increíble que tuve de formar parte de la JMJ. Fue una semana de pequeños momentos y encuentros llenos de ganas de aprender, escuchar, y compartir nuestra fecon personas de distintos países. Una de las palabras que más marcó este viaje para mí, es «fraternidad». Ya que a pesar de las diferencias en cultura, costumbres, idioma, siempre encontrábamos la forma de comunicarnos con cada persona: gestos, abrazos, bailando y cantando..sonriendo…Usando el lenguaje del amor de Dios.
Paz Donicelli, Colegio JM Buenos Aires
La JMJ fue una experiencia increíble, me volví llena, con mucha paz y feliz. Lo que más me sorprendió fue el darme cuenta cómo la fe mueve fronteras, cómo gente de todo el mundo estaba reunida en un mismo lugar para compartir algo tan lindo como la fe. Como conclusión, me quedo con dos frases del Papa para poner en práctica. La primera es»la misericordia tiene rostro joven» y la segunda: «seamos sembradores de esperanza».
Montse Vito Farrapeira, Colegio JM Buenos Aires